Segunda versión
Carácter
y Alcance Del Movimiento Marcha Patriótica
El presente documento borrador tiene por
objeto presentar una propuesta de
Estructura Orgánica para el Movimiento Marcha Patriótica Nacional. Durante más de 200 años los poderosos han impuesto para
Colombia un proyecto de nación basado en
sus intereses, en la explotación de los sectores menos favorecidos, sumiendo en
condiciones de oprobio y miseria al pueblo para mantener y defender sus
ideales a costa del hambre de todo el
pueblo. Lo han despojado de su territorio, de sus derechos y de sus deseos más
profundos por la construcción de un modelo de país diferente, más incluyente,
soberano, democrático, en paz y con justicia social. Los colombianos y
colombianas han soportado las políticas de los poderosos y las elites, sin
embargo ha llegado el momento en el que el pueblo despliegue su creatividad,
sus iniciativas y deseos en la construcción de un modelo de país alternativo,
en el que se sientan recogidos todas las personas, organizaciones, partidos, agrupamientos, iniciativas,
plataformas y acciones que busquen la construcción de un nuevo modelo país.
Marcha Patriótica se concibe
como un movimiento Político, Democrático,
Patriótico, popular y Social profundamente comprometido con la defensa de la causa
popular y las reivindicaciones de los
sectores menos favorecidos de la sociedad afectados por las políticas
neoliberales del Estado; que dinamiza la variedad de
formas de organización y movilización existentes en cualquier región de
Colombia, independiente de su sector, representatividad o cantidad.
Toda forma de organización, partido, agrupamiento,
iniciativa, plataforma, acciones puntuales, entre otros, puede hacer parte del
Movimiento Marcha Patriótica; como
un movimiento Político, Democrático,
Patriótico, popular y Social, mediante la acción colectiva que apunta a la
generación de cambios estructurales y
reivindicativos en beneficio de las mayorías nacionales. Participan en su
conformación actores colectivos plurales conformados por organizaciones dotadas
de intereses propios (movimientos sociales, comunidades, organizaciones
populares, partidos, plataformas, entre otros), que se proponen acordar un
objetivo común relativo a cambios económicos, políticos, sociales y culturales; que permitan que sus intereses
sean reconocidos y realizados.
La Marcha Patriótica busca ampliar el campo de la
participación política que se encuentra completamente restringido. En este
sentido, declara su vocación de poder
y manifiesta que uno de sus propósitos consiste en la creación de un bloque histórico que se oponga al bloque
hegemónico de poder imperante que permita superar las condiciones adversas
en las que vive la gran mayoría de la población colombiana. Por lo tanto llama
a la participación de campesinos,
afro - colombianos, indígenas, trabajadores, ambientalistas, artistas,
juventudes , estudiantes, intelectuales,
sectores barriales, defensores de derechos humanos, personalidades
democráticas, sindicatos, asociaciones, comités, cofradías, combos, grupos,
periodistas, prensa alternativa e independiente, militares y policías
demócratas, trabajadoras sexuales, medianos y pequeños empresarios, comerciantes,
transportadores y ganaderos, deportistas, comunidades de la red, comunidades
religiosas, LGTBI, ecologistas, para
construir entre todos un nuevo Proyecto
de Nación incluyente, soberano, democrático y en paz.
En cuanto a las estructuras de movilización del Movimiento Marcha Patriótica, ellas encuentran cohesión y dinámica alrededor de las coincidencias estratégicas que existan frente a la lucha patriótica, anti neoliberal, que genere las condiciones hacia la construcción de una alternativa política que establezca la justicia social. Su identidad colectiva, se construye y fortalece a partir de las coincidencias plasmadas en la plataforma del Movimiento Marcha Patriótica, el cual subsume la posición esencialmente patriótica, de autodeterminación y rechazo al intervencionismo, fundados en la memoria histórica de resistencia del pueblo colombiano a la opresión.
Los métodos de lucha y repertorios de movilización, de marcha patriótica, deben ser constantemente analizados e investigados, además de sistematizar los existentes (marcha, paro cívico, huelga, toma, campamentos, escenografías, redes sociales, virtualidad, comunicación alternativa, confrontación, internacionalización, alter - globalización) es conveniente fomentar una especie de “liberación expresiva” que combine la teoría con la práctica, la creatividad y la resistencia, bajo la convicción de que todos los pueblos del mundo que han luchado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos.
La Marcha Patriótica establece una íntima relación entre
sus estructuras de movilización, la ampliación del campo de la política, la
construcción de otras formas de democracia y el rechazo a todo tipo de
imposición imperialista y colonialista. Las formas locales de deliberación,
planificación, gestión y control (asambleas, cabildos abiertos, encuentros,
foros, constituyentes, veedurías.) se proyectan para potenciar la movilización
social en las calles, las plazas y los campos. La deliberación y la reflexión
se convierten en acción política cuando
interpelan los poderes establecidos en las calles y campos. La elección de esta
estructura de movilización remite a la situación actual del campo de la
política y el estado de los procesos democráticos.
Más de dos décadas de contrarreformas neoliberales han afectado sensiblemente la dimensión de la política, colocando su ejercicio al servicio de los mezquinos intereses del capital. Frente a ello el Movimiento Marcha Patriótica propende por ejercer una práctica política al servicio del interés común, coadyuvando a poner freno a la depredación del capital transnacional que ha puesto en amenaza la supervivencia misma de la humanidad y la naturaleza. Nos sumamos así al gran raudal de los sublevados del mundo clamando por la transformación estructural del modo de producción y exigiendo condiciones dignas de existencia.
Necesitamos el esfuerzo prioritario de avanzar en todas las conquistas de unidad de los movimientos sociales, populares y políticos. Tender puentes de confianza y organización de toda esta inmensa Marcha de masas contra el modelo capitalista expoliador, la defensa de la naturaleza y el patriotismo. El pueblo colombiano es un inmenso río cargado de vida, de creatividad y dignidad, cuya potencia plebeya exige avanzar hacia una unidad profunda.
La Marcha Patriótica no comparte las versiones falseadas de la democracia y postula búsquedas de caminos hacía una democracia participativa directa. Un proyecto de régimen político que siembre las semillas de una sociedad que permita superar las limitaciones de la democracia actual y la burocracia. Esto implica la construcción de una Democracia de amplia participación Popular, con alcances y objetivos como:
- Todas las iniciativas que favorezcan la intervención masiva del pueblo como los cabildos abiertos, plebiscitos, audiencias, consultas, deliberacines populares, movilizaciones, marchas, huelgas, encuentros, veedurías, controles populares.
- La expansión de la democracia y la participación popular a todas las áreas de la vida económica, política y social.
- Los derechos formales en atributos substanciales que posibiliten una democracia social real.
- La igualdad a todos los ámbitos de la vida social y combatir su exclusiva reducción a la“igualdad de formal legal”.
- Supresión de toda clase de discriminación.
- Construcción de una sociedad más justa, democrática y en paz.
La Marcha define
su carácter patriótico como la expresión
de su compromiso indeclinable con la autodeterminación de los pueblos y su
rechazo a cualquier forma de dominación imperialista y colonial. Concibe su
dimensión patriótica como la armonía entre la independencia de las naciones y
el internacionalismo. Síntesis expresada de manera ejemplar en las vidas de
Bolívar, Martí y el Che Guevara. De ellos heredamos la tradición emancipadora y
reconocemos la existencia en nuestra región de un nacionalismo anti -
imperialista, tanto en el pensamiento crítico latinoamericano como en los
gobiernos progresistas y de izquierda del Continente. El respeto a la
autodeterminación de los pueblos siempre impone tareas internacionalistas. Como
también rechazamos el chovinismo, el fascismo social y el nacionalismo de
derecha que sólo favorece a las elites capitalistas. La Historia no terminó con
las luchas independentistas del siglo XlX; y otras tareas más allá de las
consignas planteadas por estas, son necesarias para construir el presente y el
futuro.
El Bicentenario, desde una perspectiva patriótica, verdaderamente democrática, de autodeterminación e independencia nos interpela con rigor a rememorar sus mayores promesas incumplidas. Tal vez, cuatro de ellas son devastadoras en nuestra época: La imposibilidad de realizar la integración latinoamericana desde la perspectiva de Bolívar y Martí; la construcción de verdaderas y soberanas Repúblicas en toda la región de Nuestra América; la consolidación práctica de Estados-nación de naturaleza no excluyente, multiétnicos y multiculturales; la cuarta, por último, la configuración de una democracia efectiva con igualdad material.
Una perspectiva emancipadora nos obliga a elevar la profundidad de nuestros sueños y utopías; horizontes de expectativas que se ubican en esa agenda crítica de América Latina y el Caribe. Primero, son la emergencia de una nueva generación de derechos ecológico - políticos. La responsabilidad latinoamericana de amar nuestra biodiversidad y la soberanía sobre esa incomparable riqueza natural. Los pueblos americanos se alzan en la defensa soberana de los derechos de la Madre Tierra y la refundación de una teoría de la Justicia social más allá del liberalismo. Una verdadera justicia social que construya las bases de la paz, que atienda la redistribución de la tierra, el ingreso y la riqueza, pero también que escuche las peticiones del reconocimiento de la diversidad regional y cultural a través del poder político.
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